Antes que os pudierais materializar, la
humanidad erais ángeles en el universo, pero cuando el Padre creo la Tierra
pidió voluntarios para habitarla, vosotros os ofrecisteis para vivir en ella y
para poder experimentar toda clase de experiencias y a la vez, el Padre a
través de vosotros, porque como ya os he dicho, el Padre es energía y a la vez
es Todo, porque la chispa divina que lleváis dentro de vosotros es parte de su
energía, por eso el Padre puede vivir las experiencias que vosotros vivís, si
estáis alegres, él siente la alegría, si estáis
tristes, siente tristeza, si tenéis problemas, Él lo sabe, pero si no le
pides ayuda,
Él no os puede ayudar porque os dio libre
albedrío para que vosotros experimentarais todo lo que quisierais por eso es
que cuando os desviáis del camino dando paso a vuestro ego os olvidáis de Él, y
cuando las cosas se os complican y no le encontráis salida a los problemas que
vosotros mismos, la mayoría de las veces os creáis, lo primero que soléis decir
es que Dios no existe, cuando eso no es así, porque Dios sigue dentro de
vosotros, solo tenéis que recordarlo, volver vuestra mirada hacia Él y pedirle
ayuda, y Él como buen Padre que es, siempre os la dará, ofreciendo la sabiduría
de la fuente divina que Él es, Padre amantísimo de todos sus hijos.
Muchos de vosotros pensáis que siendo hijos
de Dios no tendríais que pasar por tanto sufrimiento, pero yo os digo que el
sufrimiento es la única medicina que puede curar todos los errores que vais
cometiendo a lo largo de vuestras vidas, lo cual quiere decir que el
sufrimiento es una bendición que el Padre os da para transmutar y disolver
todos los errores cometidos, y así poder recuperar la memoria de quienes sois,
sus benditos hijos.
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