domingo, 8 de abril de 2012

Libre albedrío

Olvidarte de quien eres tiene que ser por obligación en tu nacimiento aquí en la Tierra, pero a cambio el Padre te da el libre albedrío para que tú puedas experimentar todo lo que tú quieras. Si tú quieres ser un ministro, un ejecutivo o un teniente coronel, por poner algún ejemplo.

Si la petición ha sido hecha en los planos superiores antes de nacer, lo podrás manifestar aquí en la Tierra siempre y cuando no te desvíes de ese camino. Aunque al nacer te ponen la venda del olvido, el trabajo que vienes a hacer si te puedes acordar porque lo traes grabado dentro de ti, lo que pasa la mayoría de las veces es que por comodidad, no queréis esforzaros y cuando queréis daros cuenta, ya es demasiado tarde y entonces tendréis que escoger otra profesión en la cual no os encontraréis realizados, pasando la vida descontentos por no haber aprovechado el tiempo de vuestra juventud.

Los errores se tienen que pagar, y a veces salen un poco caros. Yo os digo que si le ponéis fuerza y tesón a todo lo que queráis hacer, siempre que sea en justicia divina, lo conseguiréis.

¿Cuántas veces estáis pensando en hacer algo positivo con vuestra vida pero la falta de perseverancia os impide conseguirlo? Por eso tenéis que ser muy constantes cuando queráis conseguir algo que llene vuestra vida, bien sea un trabajo, una carrera o una meta, si no os rendís al primer obstáculo que surja, seguro que podréis ir salvando todos los demás, consiguiendo así todo lo que os propongáis.
Todo en la vida es fácil de conseguir si ponéis fuerza de voluntad y ganas de querer hacerlo, todo ese poder está dentro de vosotros, solo tenéis que sacarlo. Algunas personas pensarán que ellas no pueden hacerlo y yo les digo: ¿has probado? Tienes que ser como un diamante, que conforme se va puliendo va brillando cada vez más, y cuando está terminado de pulir, es una joya de las más resplandecientes. Así sois todos vosotros en vuestro interior, lo que pasa es que con el tiempo a través de vuestras vidas, os habéis ido cubriendode discordia y de malas energías, y vuestro resplandor se ha quedado cubierto, olvidando así lo que realmente sois. Es por eso que el Padre os da la oportunidad de reencarnaros, para que en cada reencarnación tengáis la posibilidad de puliros hasta que al final, volváis a resplandecer como la joya divina que sois.

No hay comentarios:

Publicar un comentario