A fuerza de utilizar la forma estáis expuestos
a ser todo menos lo que tenéis que ser, olvidando en realidad quienes sois, por
eso es de gran importancia el que aprovechéis el tiempo que tenéis en vuestro
reconocimiento espiritual, porque en cuanto aprendáis a reconoceros, tendréis
más necesidad de bajar a la Tierra, a no ser que queráis ofreceros para
ayudarles a hacer el camino que antes habéis hecho vosotros.
Jesús hijo del Padre Dios Todo poderoso y
hermano espiritual de todos nosotros y de toda la humanidad, reencarnó muchas
veces en la Tierra sabiendo aprovechar el tiempo que le daban en cada vida y
sabiendo superar todos los obstáculos que se le presentaban por eso es que
cuando acabó la rueda de la vida aquí en la Tierra “fue glorificado con el nombre del hijo de Dios” aunque no por eso
se quedó sentado a la derecha del Padre, sino que se ofreció para ayudar a sus
queridos hermanos de la Tierra tantas veces como hizo falta, bajando a la
Tierra no como un rey, sino todo lo contrario, siempre hizo el papel de una
persona sencilla y humilde aunque traía consigo el mayor tesoro que se podía
poseer, el Amor y la Paz para compartir con todos sus queridos hermanos de la
Tierra, llenándolos así de esperanza y fuerza para poder seguir con sus vidas
intuyendo que habría un mañana mejor.
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