martes, 17 de abril de 2012

Mi vida: Recuperando fuerzas

Al año de perder a mi hija, conocí a dos personas maravillosas llamadas Pepi y Rosa, fue muy gratificante para mí, ya que me acogieron con mucho cariño y con mucha paciencia.

Desde el principio conectamos tan bien que parecía que nos conociéramos de toda la vida, ellas hacían decretos de Saint Germain y me uní a ellas. Fue una decisión muy acertada, porque los decretos son palabras de los Maestros Ascendidos, y para aquellas personas que no sepan lo que son, les digo que tienen mucha fuerza y que a mí me cambiaron la vida, no solo recuperé la fuerza perdida por el trance pasado por mi hija, sino que cada vez me sentía más fuerte interiormente, haciéndome poco a poco reconocer la fuerza que todos llevamos dentro y también comprender que “querer es poder”.

Esto me valió para ir llenando el vació tan grande que mi hija me había dejado. Lo que yo no sabía, porque me enteré un poco antes de empezar este libro, es que hice un pacto antes de bajar a la Tierra en el cual me comprometía a superar todos los obstáculos que se me presentaran por muy grandes que estos fuesen para poder ser un canal limpio por el cual los seres cósmicos se pudieran manifestar, por lo que doy gracias al Padre Dios Todo Poderoso por haberme guiado en todo momento poniendo en mi camino las personas que me podían ayudar, bien ayudándome a levantarme, como las que me pusieron la zancadilla para que me cayera, ya que estas fueron las que más me ayudaron, porque a través del sufrimiento es cuando aprendes a reconocerte y, hoy por hoy, os puedo asegurar que soy muy feliz, ya que me siento completamente realizada y, si con este libro puedo ayudar a alguien más, mi alegría sería doble.

No hay comentarios:

Publicar un comentario