Muchas cosas de las que tenéis podrían ser
por lamentaros de vuestro destino, cuando no tendría que ser así, porque sois
vosotros mismos los que habéis decidido pasar por esas circunstancias, aunque
ahora no os acordéis de ello.
Pensad hermanos que vuestro destino es como
una obra de arte que mientras se está haciendo no cesan de salir
complicaciones, pero que poco a poco se van solucionando, y cuando esa obra de
arte está terminada, bien sea una figura o un rascacielos, podrán disfrutar
todos aquellos que trabajaron en ello y sentirse orgullosos de haber
colaborado. Así es también vuestro destino, complicado desde el mismo momento
de nacer, pero no hay complicación que con buena voluntad no se pueda resolver.
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