Allá donde está tu pensamiento está tu
espíritu, o sea tú.
Tú eres espíritu y materia, materia es lo que
tú ves cuando te miras en el espejo, y espíritu es lo que no ves, pero está en
ti, y es el que os hace vivir la vida aquí en la Tierra.
Cuando el espíritu decide dejar la Tierra
porque ha llegado el momento de que así sea, es cuando se produce la muerte que
vosotros veis y lloráis, lo cual quiere decir que lo importante es el espíritu,
pues la materia o cuerpo en cuanto el espíritu deja de vivir en él, se
descompone y deja de existir. En cambio, el espíritu sigue viviendo teniendo
nuevas experiencias para tener más adelanto espiritual.
Lo más probable es que baje otra vez a la
Tierra después de haberse preparado para vivir una nueva vida totalmente
diferente a la anterior. En el caso de que os arrebataran la vida antes de lo
que estaba previsto, entonces se os dará la oportunidad de bajar para poder
completar la vida que teníais y terminar así la experiencia que habíais venido a
experimentar. ¿Comprendéis hermanos lo previlejados que sois?
Toda la vida es para aprender a ser tú mismo
y comprender lo importante que eres, que siendo hijo de Dios, tienes que
aprender a reconocerte y para que así sea tienes que saber salvar todos
los obstáculos que vas encontrando en el camino. De nada sirve coger un atajo,
porque al final de ese atajo no encontrarás nada y lo único que habrás hecho habrá
sido perder el tiempo y no te quedará más remedio que volver al camino, al
mismo sitio donde lo dejaste, aunque algo si habrás podido aprender de esta
situación y es que, perder el tiempo retarda tu evolución.
La primera vez que podéis ver la luz
espiritual es tan maravilloso que solo puede ser comparable en la Tierra con el
nacimiento de un hijo, es un momento sublime.
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