Cerca está el día del gran cambio espiritual
para toda la humanidad, donde cada uno de vosotros será puesto en el sitio que
a cada uno corresponda, porque aquí será la justicia divina la que ponga a cada
uno en su sitio, con esto quiero decir que no podrá haber influencias de
ninguna clase para ninguno de vosotros.
A la justicia divina no le podréis
engañar de ninguna manera y de nada servirá que digáis: “yo pensaba, yo creía”
No, las lamentaciones de nada os valdrán y cuando llegue el momento del cambio
el que esté en la cima de la montaña será muy afortunado, el que esté en la
mitad de la montaña, tendrá que la oportunidad de poder subirla, pero en cambio
los que estén abajo, ya no podrán subir debido a que se les agotó el tiempo que
tan tontamente malgastaron en cosas banales, sin preocuparse para nada de su
espíritu, que es lo que realmente sois. Recordad que la materia se desvanece
pero en cambio el espíritu sigue viviendo, los que no superen el cambio como ya
os he dicho anteriormente, serán llevados a otro planeta vivos para que sigan
evolucionando, aunque no tendrán las mismas facilidades que aquí, porque serán
sometidos a una gran vigilancia muy estricta.
Justa es la persona que sabe ponerse en el
lugar de su prójimo. Esta comprensión es debida a que ella antes superó esa
circunstancia que tú estás pasando ahora y por eso ahora te puede comprender
también.
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