El espíritu necesita un cuerpo para poder
vivir en la Tierra, el cual se forma en el vientre de la madre. En el momento
en el que el feto está formado, el espíritu puede entrar, aunque no se queda
definitivamente, sino que puede entrar y salir a voluntad suya. El espíritu
está dentro del vientre de su madre para reforzar la unión con ella y el padre.
Durante los últimos meses de gestación, el espíritu está más tiempo en el
vientre de la madre para poder adaptarse al cuerpo o materia que necesita para
estar aquí, en la Tierra.
Cuando el niño está en el vientre de la madre,
es muy importante que la madre esté tranquila y relajada, el bebé percibe su estado ánimo y también, el del
entorno.
En el caso de que el embarazo no fuese
deseado, el bebé lo pasa muy mal hasta que lo aceptan, tendrá la incertidumbre
de saber que va a ser de él. La sensación que tiene el bebé es como la persona
que se tira en paracaídas de un avión y antes de tirarse le dicen que puede ser
que no se le abra, hasta que no llega al
suelo no sabe lo que va a pasar. Por eso yo te digo, mujer que vas a concebir
un hijo, desde el mismo momento que sabes que vas a ser madre, dale todo el
amor que puedas porque es el alimento que su espíritu necesitará para sentirse
querido y deseado y así, poder realizar todos los proyectos que trae en esta
nueva vida.
En el momento de nacer se os pone la venda
del olvido, es decir, no os acordaréis del pasado, tendréis que empezar de cero,
y a través de las experiencias que vayáis teniendo, iréis aprendiendo, es por
eso que es tan importante que tengáis
una buena base para que no os desviéis del camino y así, poder evolucionar en
perfección y sabiendo como lo tenéis que hacer.
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